La entrada en vigor del nuevo Reglamento General de Protección de Datos el próximo 25 de mayo ha hecho temblar los cimientos de una multitud de empresas españolas. Esta nueva regulación afectará, en cierta medida, a los departamentos de recursos humanos y a las relaciones laborales, que han tenido que adaptarse a las nuevas normas en cuanto a tratamiento de datos confidenciales se refiere.
¿Pero cuáles son los retos reales a los que se tienen que enfrentar las empresas? En primer lugar, las compañías deberían designar a un Delegado de Protección de Datos que asista a las organizaciones en el cumplimiento de la norma.
Puede ser personal interno o externo de la compañía y debería encargarse de las evaluaciones sobre la privacidad, teniendo siempre en cuenta la protección de datos tanto del personal de la compañía como de los clientes con los que trabajen.
Además, a partir del 25 de mayo se deberían ampliar lo que hasta hoy considerábamos datos sensibles, incluyendo, por ejemplo, datos genéticos y biométricos. Sigue leyendo