La seguridad en viaje no es un lujo, es una obligación

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales es clara: las empresas son responsables de sus empleados desde que salen de su domicilio hasta que regresan a él. Es lo que en terminología anglosajona se denomina “duty of care”. Pero no solo se trata de una cuestión legal, sino también moral y de cultura corporativa que transmite a los empleados una sensación de confianza.

Los planes de contingencia consiguen que tanto el viajero como los responsables de la empresa planifiquen y afronten el desplazamiento con el máximo conocimiento del riesgo médico o de seguridad al que se pueden enfrentar y cómo gestionarlo en caso de que se produzcan incidencias.

El plan post-viaje ayuda a reducir o eliminar los efectos residuales de la experiencia vivida y, posiblemente, controlar otros costes derivados. Para las necesidades de ciertas empresas, la contratación de un seguro convencional no es suficiente, y hay que recurrir a una auténtica consultoría del riesgo. Sigue leyendo