Los atascos, el aumento del coste de los carburantes y las limitaciones a la circulación en las zonas centrales hacen que las ciudades estén cada vez más congestionadas y contaminadas. Desplazarse es cada día más estresante. El tiempo en llegar al puesto de trabajo, que en algunos casos puede llegar a las 2 horas, afecta a las funciones psicofisiológicas, el desempeño laboral, el estrés y la salud cardiovascular.
La opción del transporte público tampoco es una opción para muchos, ya que implica tiempos de desplazamiento muy largos, sobre todo cuando hay que combinar distintas modalidades. Al final suponen una gran cantidad de horas semanales y anuales de tiempo perdido, a lo que se suma la situación sanitaria, que hace que las aglomeraciones en el metro o algunas líneas de bus puedan suponer un riesgo.
La media de tiempo invertido en transporte público en Madrid es de 62 minutos, y 50 en el caso de Barcelona, parecida a Berlín (62’) o París (64’), aunque menos que Londres (84’), según los datos de la aplicación de transporte Moovit.
Cada vez son más las personas que buscan nuevas soluciones, como las lanzaderas de empresa o las lanzaderas privadas compartidas, que les permiten desplazarse de manera sostenible, sin tener que conducir, pudiendo aprovechar el tiempo durante el desplazamiento y a un precio asequible para un uso diario del servicio.
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