
Dentro de la complicada situación que el sector hotelero está viviendo en España a causa de la pandemia, los hoteles del sector lujo han visto en el cliente de día, aquel que no pernocta, una alternativa para amortiguar la caída de su facturación ante la ausencia de turistas. Según un análisis realizado por Hotelbreak, estos establecimientos han incrementado un 35% por esta vía.
Mujer de 35 años, residente de proximidad y que gasta una media de 54 euros por actividad. Así es el perfil del cliente que disfruta de las instalaciones de un hotel, pero que no duerme en él. La tendencia es conocida como cohoteling.
A muchos establecimientos les salía más caro cerrar las instalaciones que dejarlas abiertas, por lo que han visto en el cohoteling una vía para rentabilizar sus espacios sin un coste extra y una fórmula para obtener una fuente de ingresos significativa. Tanto es así, que alrededor del 60% de los clientes que hacen uso de los espacios para servicios son de día, es decir, locales o turistas de proximidad. El ocio es la principal motivación para disfrutar de estas instalaciones: piscinas, spas, restaurantes, gimnasios, tratamientos wellness…
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