El proceso de internacionalización que están abordando muchas empresas españolas en los últimos años obliga a analizar las posibilidades de la globalización de la cuenta de viajes, estudiar los beneficios y las capacidades para ello, y elegir el modelo más adecuado. El proyecto debe evaluar el coste, el riesgo y el impacto en la organización, así como sopesar otros procedimientos.
La globalización de la cuenta de viajes persigue aumentar los ahorros, controlar los costes, homogeneizar las políticas de las distintas delegaciones, consolidar la información que se genera en los desplazamientos y garantizar unos estándares de calidad y seguridad para los viajeros, así como alinear y homogeneizar los servicios contratados.